Las vitaminas son compuestos orgánicos necesarios para mantener las funciones metabólicas normales y el crecimiento. Una sustancia que se considere vitamina debe contar con las siguientes características:
- Debe estar presente de manera natural en los alimentos
- No es sintetizada en cantidad suficiente por el organismo
- Es esencial para el mantenimiento de la salud
- No posee calorías
- Genera una enfermedad específica en caso de déficit de ingesta.
Las vitaminas participan en gran cantidad de funciones del organismo, entre ellas la obtención de energía a partir de los alimentos. Las vitaminas son fundamentales para el desarrollo y crecimiento adecuado de muchos órganos; así como son de gran importancia en el desarrollo de un sistema inmunológico saludable. Es por esto que es muy importante que los niños reciban un aporte suficiente de estas sustancias en su alimentación.
Los niños, debido a que se encuentran en etapa de crecimiento, requieren diariamente mayor cantidad de vitamina, ya que, consumen más energía por los procesos de desarrollo.
Por el tipo de funciones en específico, hay vitaminas que son muy importantes en la ingesta diaria de los niños, entre estas se encuentran:
Vitamina A (retinol)
Función: esta vitamina es necesaria para el crecimiento y desarrollo de los huesos, ayuda en la estimulación de la actividad del sistema inmunológico y mejora las defensas en el organismo. También una función de gran importancia es que brinda un aporte esencial para el buen desarrollo de la visión.
Déficit: La deficiencia de esta vitamina en el crecimiento es capaz de generar ceguera en la infancia, retraso en el crecimiento y alteración en el sistema inmunitario.
Fuentes: Esta vitamina se puede obtener en alimentos de origen vegetal; durazno, naranja, zanahoria, papa o chile dulce; tanto como de origen animal, hígado, pescado, lácteos y yema de huevo.
Vitamina B1 (tiamina)
Función: esta vitamina es indispensable para asegurar el correcto funcionamiento y desarrollo del sistema nervioso y de la visión.
Déficit: La deficiencia de este vitamina puede generar beriberi, una enfermedad capaz de generar distintos síntomas dependiendo del tipo clínico que sea. Este enfermedad puede generar insuficiencia cardíaca sobre todo en lactantes, encefalopatía de Wernicke, que puede generar confusión, pérdida de la actividad mental que puede progresar a coma y a muerte, en esta enfermedad también se genera la pérdida de coordinación muscular lo que causa temblor en las piernas; por último la deficiencia de esta vitamina puede producir psicosis de Korsakoff, lo que conlleva a pérdida de memoria.
Fuentes: Esta vitamina puede ser encontrada en frutos secos, hígado, huevos, legumbres, cereales y productos lácteos.
Vitamina B2 (riboflavina)
Función: esta vitamina ayuda a mantener la integridad de la piel y de las mucosas, es muy importante también para mantener saludable la visión, interviene y mejora la producción de glóbulos rojos y estimula las defensas del organismo.
Déficit: el bajo consumo de esta vitamina puede generar dermatitis seborreica, glositis, queratitis y anemia.
Fuentes: esta vitamina se puede encontrar en el hígado, frutos secos, yema de huevo, lácteos, carnes, pescado y hortalizas.
Vitamina B3 (Niacina)
Función: el consumo de esta vitamina es importante para el desarrollo adecuado del cerebro y sus funciones, también ayuda a mantener la piel sana y protege las mucosas del aparato digestivo, por lo que ayuda a evitar problemas digestivos.
Déficit: la deficiencia de esta vitamina en el cuerpo es capaz de generar una enfermedad llamada pelagra, entre los síntomas de esta enfermedad se encuentra: delirios y confusión mental, diarrea, debilidad, pérdida de apetito, dolor abdominal, inflamación a nivel de las membranas mucosas y úlceras descamativas en piel, más que todo en las áreas expuestas al sol.
Fuentes: hígado, frutos secos, carnes, quesos curados, leche y huevos.
Vitamina B6 (piridoxina)
Función: esta vitamina es muy importante pare el proceso de absorción de nutrientes a nivel intestinal, así como interviene en la síntesis de la hemoglobina y glóbulos rojos lo que previene la anemia.
Déficit: no consumir esta vitamina en dosis adecuadas conlleva a patologías tales como convulsiones más que todo en lactantes, neuritis, dermatitis seborreica, glositis y estomatitis.
Fuentes: esta sustancia esencial para el cuerpo se encuentra en vísceras, pescados, huevo, cereales y salvado de trigo.
Vitamina B12 (cobalamina)
Función: el consumo de esta vitamina es indispensable para la producción de hemoglobina y glóbulos rojos evitando que se produzca anemia, asegura en buen funcionamiento del sistema nervioso y también estimula las defensas del organismo para que así proteja contra algún tipo de infección
Déficit: la falta de la vitamina B12 puede generar anemia megaloblástica y neuropatías con desmielinización lo que conlleva a parestesia, ataxia y trastornos de sensibilidad.
Fuentes: esta vitamina se encuentra únicamente en alimentos de origen vegetal, como el hígado, pescado y también en la yema de huevo.
Vitamina C (ácido ascórbico)
Función: esta vitamina es esencial para la buena visión, ayuda en la estimulación de defensas y protege el cuerpo de infecciones, favorece el crecimiento adecuado de los huesos, ayuda a mantener sanos los dientes y los huesos, ayuda a sanar heridas y a formar tejido cicatricial.
Déficit: el consumo desequilibrado de esta vitamina puede generar escorbuto, se caracteriza por defectos en la síntesis del colágeno, lo que conlleva a fragilidad de capilares, con derrames sanguíneos de la piel, mucosas y sistema musculoesquelético; además produce fatiga, úlceras orales, edema, hemorragia gingival y en lactantes puede generar lesión oesteo-articular.
Fuentes: esta vitamina se encuentra en frutas como lo es el kiwi, papaya, fresa y naranja; también es encontrada en verduras como chile dulce y brócoli.
Vitamina D (calciferol)
Función: esta vitamina es esencial para el crecimiento de los huesos, ya que estimula el depósito de minerales, también es muy importante para el desarrollo de los dientes y ayuda a mantenerlos sanos.
Déficit: en niños la falta de consumo de esta vitamina puede generar raquitismo, lo que produce irritabilidad, letargia, falta de crecimiento, retraso en la dentición, deformidades óseas, debilidad muscular y síntomas de hipocalcemia, como convulsiones.
Fuentes: hígado de peces, yema de huevo, leche, mantequilla, sardina y salmón.
Vitamina E (tocoferol)
Función: la vitamina E ayuda en la estimulación de las defensas del sistema inmunológico, ayuda a mantener la piel sana, mejora la cicatrización, protege las células del los radicales libre evitando así la muerte celular y contribuye al funcionamiento adecuado del cerebro y nervios.
Déficit: es raro que se presente un déficit de esta vitamina, pero se puede dar en caso de malabsorción en prematuros de bajo peso y en pacientes con abetalipoproteinemia. Los síntomas que produce la carencia de esta vitamina son anemia hemolítica, trastornos neuromusculares y oftálmicas.
Fuentes: esta vitamina se encuentra en su mayoría en aceites de origen vegetal, como el de oliva y el aceite de maíz, también se puede encontrar en frutos secos como las nueces y semillas de girasol, lácteos y huevos.
Vitamina K (filoquinona)
Función: esta vitamina es esencial para la adecuada coagulación de la sangre, es muy importante para el crecimiento de los huesos y tejidos saludables.
Déficit: en recién nacidos puede producir enfermedad hemorrágica precoz, lo que puede producir cefalohematomas, hemorragia intracraneal y sangrados gastrointestinales.
Fuentes: entre las fuentes alimenticias en las que podemos encontrar la vitamina K tenemos hortalizas de hojas verdes, brócoli, coliflor, repollo, pescado, hígado, carne de res, huevos y cereales.
Esta sustancia también es elaborada por las bacterias que se encuentran en el tracto gastrointestinal inferior.
Como puedes notar, el consumo de vitaminas es de suma importancia para los pequeños de la casa, para así, evitar gran cantidad de enfermedades que pueden llegar a ser graves. Es por esto que te recomendamos utilizar suplementos multivitamínicos en los niños, ya que normalmente no obtienen gran cantidad de vitaminas esenciales únicamente por medio de la alimentación.